Desde hace meses se habla de la compra de Twitter por parte de Elon Musk, dueño de Tesla y uno de los accionistas de la red social, ya que este mismo año adquirió cerca de 41% de las acciones, siendo uno de los accionistas mayoritarios.
Poco después de esta compra de las acciones, el millonario declaró el querer comprar la compañía según para hacer “regresar” la libre expresión, por lo que hizo una oferta de 44 mil millones de dólares.
Operación cancelada
Aunque en un principio la directiva de Twitter se negó a vender la empresa y en cambio le ofreció un asiento con voto, después de revisar la cifra decidieron aceptar y firmar un contrato de compraventa.
Esta noticia causó un gran revuelo entre los mercados de valores y en el ámbito de la tecnología, tanto de la referente a las redes sociales como las que involucran los negocios de Tesla.
Lo mismo pasó unas semanas con la suspensión de la compra por parte de Musk, alegando que el valor de la compañía no podía ser correcto, ya que había un gran número de perfiles falsos, los llamados bots, por lo que se tenía que hacer un revalúo de la empresa.
Este anunció cayó mal a las mercados, causando un desplome de las acciones Twitter en la bolsa de valores de cerca del 9.7%, una de las caídas más fuertes de su historia.
Un jugo con el valor de las acciones
Expertos en el tema financiero creen que esta jugada de Elon Musk va más por el tema de jugar con el precio de las acciones, para poder venderlas más caras y comprar más barato, esto a costa de grandes afectaciones al mercado internacional de acciones.
Lo que aún no queda claro es la movida que va a hacer la directiva de Twitter, ya que tiene dos cláusulas que pueden usar para obligar a Musk a cerrar por fin el trato.
En primer lugar el contrato estipula una multa de 1000 millones de dólares a cada una de las partes involucradas en caso de que decida no llevar a cabo la compra; además, en el caso de que el caso llegue a los juzgados por cualquier incumplimientos, se podría obligar al multimillonario a cerrar la compra por la vía legal.
Cualquiera de las dos decisiones para forzar a Musk ha realizar la compra y las noticias que sigan saliendo hasta el fin de esta transacción, seguirán moviendo los valores, tanto de Twitter como de las empresas del hombre más rico del mundo.
Ahora, pensando en el escenario en el que se lleva a cabo la compra, habrá que estar atentos a los cambios que se puedan hacer en cuanto a manejo de la red como usuarios y como marcas, esto en cuanto a las políticas de uso o a la inclusión o eliminación de herramientas para las marcas y creadores de contenido.
Un cambio de mando es un cambio de ideas y estrategias, y como ha quedado claro, la rentabilidad es lo que más busca Elon Musk, así sea a costa de los mercados.