A unas semanas de la clausura de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, ya se empieza a hablar de las pérdidas relacionadas con esta edición, tanto para los organizadores como para los patrocinadores.

De inicio, Tokio 2020 ya es considerada la edición de los juegos de verano como el más caro de todo el Movimiento Olímpico, ya que de estar estimado en una inversión de poco más de 7.300 millones de dólares, se estima que ya roza los 22,000 millones de dólares.

Retirada de patrocinadores

Desde el año pasado se especuló mucho sobre los patrocinadores, sobre cuánto podían perder y si era viable el llevar a cabo los juegos en este 2021 por causa de la pandemia.

Alrededor de 60 empresas japonesas se unieron a las marcas internacionales patrocinadoras oficiales de los Juegos Olímpicos con el objetivo principal de consolidar su marca y realizar activaciones para impulsar sus productos o servicios entre el público que asistiría al gran evento deportivo.

Solo que el objetivo no se logró. 

Por motivos de la nueva ola de contagios, se decidió que los Juegos se llevaran a cabo a puerta cerrada, prohibiendo la llegada de aficionados a tierras japonesas. Esto causo que patrocinadores como Canon, tuviera que cancelar las actividades que tenían planeadas en cuanto a activaciones con los visitantes.

Además, un detalle que hay destacar es que, a diferencia de los patrocinadores internacionales como Samsung, los nacionales tuvieron que renegociar sus contras, ya que estos solo tienen contrato durante el evento y que en total tuvieron que aportar 3,300 millones de dólares para poder tener su lugar, inversión que pareciera no será remunerada.

Por otro lado, se estima que tan sólo de la venta de las entradas se perdieron más de 800 millones de dólares, sin contar alojamiento o vuelos, ya que por lo general las entradas para los eventos son parte de paquetes realizados por agentes de viajes.

También hay que mencionar que Japón sufrió de protestas en contra de que el evento deportivo se llevara a cabo, lo que causó varias protestas a diversas partes del país, pero principalmente en Tokio.

Fue por esta razón que grandes nombres como Toyota, quien fuera la marca oficial para el transporte de los deportistas, decidiera retirar sus anuncios relacionados con el evento, a fin de evitar un descontento mayor en la población y agravar las pérdidas que pudiera tener por la situación.

 ¿Valió la pena realizar los juegos?

Ni las marcas ni la sede han revelado los datos exactos sobre el costo verdadero y las pérdidas resultado del aplazamiento y la falta de afición en los estadios, pero se estima que de no haberse realizado los Juegos Olímpicos se hubieran tenido pérdidas de más de los $16,000 millones de dólares.

Asimismo, se cree que el cancelar el evento hubiera causado una depresión en la sociedad, causando un gasto menor y por ende menos inversiones en el país, empeorando la situación económica que se vive a nivel nacional e internacional.

Habrá que esperar al próximo año para ver las cifras para ver si los Juegos Olímpicos siguen siendo una buena apuesta como escaparate en este escenario pospandemia. 

Author: Smile Marketing

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