De repente te entras en un sitio web, navegas por unos cuantos segundos y de repente una bolita en la parte inferior de la pantalla titila y se despliega una burbuja de texto que dice “Hola, ¿cómo puedo ayudarte?”.
¿Te suena esta situación? Es casi seguro que sí; se está volviendo cada vez más constante el encontrarte con un chatbot dispuesto a resolvernos todas nuestras dudas sobre un producto, el proceso de compra o brindarnos soporte técnico en cualquier momento del día.
¿Qué es un chatbot?
Un chatbot es un programa que funciona mediante una serie de reglas determinadas con el fin de poder automatizar las tareas de conversación, tanto del equipo de ventas como de atención al cliente, y así poder atender a más personas en tiempo real.
Para que este amiguito funcione a la perfección hay que hacer un trabajo previo a su programación.
Definición de objetivos
En primer lugar, hay que definir los objetivos y las necesidades que se cubrirán al colocarlo en tu sitio web. Con esto nos referimos a si el chatbot estará solo para atención al cliente o para brindar información de los productos.
Definir estos objetivos también te ayudará para determinar la ubicación de tu asesor digital y si es necesario que en una página muestre un tipo de información y en otra se otorgue otra.
Identificar proceso a mejorar
Va de la mano de los objetivos.
Pongamos de ejemplo al área de atención al cliente, y supongamos que un número importante de personas se ponen en contacto por el sitio web para conocer del estatus de una compra que realizaron en línea.
Es altamente probable que tu equipo de atención al cliente se vuelva loco recibiendo 1000 solicitudes al mismo tiempo y que tus clientes se desesperen si no reciben una respuesta en un tiempo reducido, por lo que un chatbot programado para resolver estas dudas es de mucha ayuda.
Tono y personalidad
Aunque sea un bot, este tiene que tener su propia personalidad.
Piensa en C3-PO o en K-2SO, o mejor, en BB-8 de la saga de Star Wars; cada uno tiene una personalidad diferente, lo que hace que hagas clic con uno o con otro. Tu chatbot tiene que ser igual, tiene que distinguirse y su personalidad tiene que invitar al usuario a querer interactuar con él.
Entre mejor definas su personalidad y su tono más “real” se sentirá tus chatbot, al punto de dar la ilusión de estar platicando con un humano.
Crea un diálogo
Una vez que ya tengas definido el tono y la personalidad de tu bot es hora de crear el diálogo.
Intenta que suene lo más natural posible a cómo contestaría un asesor humano, así en cuanto el verdadero asesor tome el control de la conversación será casi imperceptible.
En este punto tómate el tiempo de diseñar tanto las preguntas como todo el abanico de respuestas, pues esto servirá para la construcción de las reglas a la hora de programar el chatbot.
Realiza pruebas
Ya que esté configurado, es hora de hacer pruebas para verificar que funciona de acuerdo a los parámetros que fijaste y que da las respuestas de manera fluida, así te aseguras de que el usuario tenga una grata experiencia al interactuar con tu chatbot.
Dentro de las razones por las cuales se han vuelto tan populares los chatbots se encuentra que estos asesores virtuales se encuentran al servicio de los clientes 24/7 y su eficacia es tal, que convierten 3 veces más que los formularios.
Ojo, esto no quiere decir que vayas y cambies todo los formularios de tu sitio por chatbot; cada uno tiene un objetivo diferente y responde a una estrategia aparte.
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